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martes, octubre 31, 2006

VIDEO LOVE OF THE COMMON PEOPLE BARCELONA 2006

Os presentamos el primer video de las noticias emitidas por TV3 del concierto de Springsteen en Barcelona. Este es el emitido en las noticias de las 9 de la noche. Imágenes del soundcheck y entrevista.

VIDEO CONCIERTO GRANADA 2006



Ya puedes ver en video los 4 temas emitidos por Teleideal del concierto de Bruce Springsteen en Granada.

Disfruta de :
1. John Henry
2. Old Dan Tucker
3. Adam Raised A Cain
4. Further On Up The Road

Para ver el video pulsa el siguiente enlace Video Granada o el enlace de la Web Teleideal Granada

lunes, octubre 30, 2006

CONCIERTO EN OSLO, NORUEGA


Del concierto de Oslo destacar el regreso de Land Of Hope And Dreams que debutó en Barcelona, Further On Up The Road, The River y Growin'Up.Este fue el concierto :

OSLO,NORUEGA, 29 OCTUBRE 2006

Atlantic City
John Henry
Old Dan Tucker
Further On (Up the Road)
Jesse James
Oh Mary Don't You Weep
Love of the Common People
Growin' Up
Erie Canal
My Oklahoma Home
The River
Mrs. McGrath
How Can a Poor Man Stand Such Times and Live?
Jacob's Ladder
Long Time Comin'
Open All Night
Pay Me My Money Down

Fire
Land of Hope and Dreams
You Can Look (But You Better Not Touch)
When the Saints Go Marching In
This Little Light of Mine
American Land

CONCIERTO DE SPRINGSTEEN EN COPENAGUE


El concierto de Springsteen en Copenague fue parecido a los realizados en la gira española, con presencia de Love Of The Common People (ya es fija), Bobby Jean, Devil And Dust y Fire en los bises.

COPENAGUE, DINAMARCA, 28 OCTUBRE 2006

1. John Henry
2. Old dan tucker
3. Atlantic City
4. Eyes on the Prize
5. Jesse James
6. Oh, Mary, Don't You Weep
7. Love of the common people
8. Bobby Jean
9. Erie Canal
10. My Oklahoma Home
11. Devils and Dust
12. Mrs. McGrath
13. How Can A Poor Man Stand Such Times and Live?
14. Jacob's Ladder
15. Long Time Coming
16. Open All Night
17. Pay Me My Money Down
18. Fire
19. My City of Ruins
20. You Can Look
21. When the Saints Come Marching In
22. This little light of mine
23. American Land

viernes, octubre 27, 2006

VIDEO SPRINGSTEEN EN SANTANDER

¿Quieres ver al Boss cantando en Santander? .... Pulsa el siguiente enlace y disfruta del "No os escucho...." Old Dan Tucker. Gentileza del Diario Montañes.

Necesario reproductor Windows Media Video Santander Foto: Bruno Moreno.

ULTIMO VIDEO BRUCE TV EN MADRID 2006

Os presentamos el último video de las noticias de TV del concierto de Madrid 2006. Exactamente son las aparecidas el pasado viernes en las noticias de las 8 de la mañana en TV1, Antena 3 y Tele 5.
Debido a las múltiples peticiones en breve publicaremos las noticias de TV del Concierto de Barcelona.
Si quieres puedes enlazar estos videos a cualquier web. Agradeceríamos comentéis la fuente. Gracias.

ESTA NOCHE FIESTA STONE PONY EN EL PRIVAT MATARO


Hoy viernes se celebrará la 43 fiesta/convención The Stone Pony Club en colaboración con la discoteca Privat de Mataró.
Habrá concierto acústico de Steve Reily interpretando covers del Boss. La fiesta empezará a las 00:00 horas y la actuación a las 00:30. Te esperamos.

jueves, octubre 26, 2006

FOTOS DE BRUCE SPRINGSTEEN EN SANTANDER

Colección de fotografías del Boss en el aeropuerto y en el Hotel de Santander.
Esta maravilla es obra de Celedonia / M. de las Cuevas. (especial Springsteen del Diario Montañes).












FOTOS DEL CONCIERTO DE BRUCE SPRINGSTEEN EN SANTANDER

Galeria de Fotografías del concierto de Springsteen en Santander publicadas en un excelente reportaje por el Diario Montañes. Las fotos son obra de Bruno Moreno.





CRONICAS CONCIERTO SANTANDER

EL DIARIO MONTAÑES

El 'cowboy' Bruce conquistó Santander con su cara más festiva
por Jose María Gutierrez.

Era y será, sin duda, un concierto histórico y recordado en Cantabria. Primero, porque la categoría del artista lo obliga. Después, porque probablemente será irrepetible su presencia en nuestra comunidad, a no ser que otro Año Jubilar lo impida. Y por último, porque sus prestaciones y entrega sobre el escenario del Palacio de Deportes fueron increíbles, a la altura de una trayectoria sobresaliente que guarda centenares, miles, de episodios para el recuerdo de la historia de la música. Ayer sumó uno más con un concierto mítico, impresionante, irrepetible... no hay calificativos que lleguen a alcanzar lo vivido anoche, el vocabulario resulta insuficiente para describir con palabras las múltiples sensaciones que el 'Jefe' transmitió tanto sus fieles como a los que ayer se iniciaron en su religión. Más de uno tenía todavía que frotarse los ojos cuando Bruce Springsteen dijo aquello de «¿Buenas noches Santander! ¿Cómo estáis? ¿Estáis preparados?»; fue el momento de darse cuenta de que nada de lo sucedido hasta ahora había sido un sueño, sino una dulce realidad que llegaba a su punto más álgido.Al final, cerca de 9.000 personas -sumando las distintas fases de venta y se supone que las previsibles invitaciones gubernamentales-, asistieron al concierto que cerraba la gira española y que, como los otros cuatro anteriores, se convirtió en una recreación musical y escénica del espíritu del viejo Oeste americano, del recordado 'far west' que se nos ha hecho familiar a través de las películas. Así, desde ese improvisado 'saloon' en que se convirtió el escenario surgieron, sobre todo, sonidos del más clásico folk americano que amamantó Pete Seeger y que ahora ha rescatado 'The Boss', pero también hubo muestras de blues, country y alguna pincelada de rock and roll. Todo ello a través del talento de Springsteen, sin límites, ambicioso, reivindicativo y comprometido, y de los dieciséis músicos que forman la Seeger Sessions Band, magistral conjunto integrado por cuerdas, viento metal y coristas de voz angelical, que llenaron un escenario sencillo, simple, con tan sólo lámparas y cortinas, que no distraía la atención sobre los verdaderos protagonistas de la noche. La banda, ataviada como si de una película de John Ford se tratara, estuvo perfecta, con protagonismo conjunto y solista de cada uno de los instrumentos, que encajaron como si fueran uno. La única gran ausente fue la esposa de Bruce, la corista Patti Scialfa, que no lo ha acompañado en esta gira. Desde 'John Henry'Como ya era conocido, el concierto se vertebró sobre su último disco 'We Shall Overcome: The Seeger Sessions', monopolizando los sonidos folk y country y dejando poco espacio para el rock más conocido y popular del músico de New Jersey. Nadie echó de menos su rock más popular ni a la E Street Band, no fueron necesarios para conectar enseguida con el público, que le demuestra una pasión y admiración totalmente inexplicable con palabras. Así, Springsteen, entre un loco y apasionado griterío, dio comienzo el recital con 'John Henry' poniendo en marcha su exhaustivo y festivo recorrido por las raíces de la música americana. Le siguieron temas como 'Old Dan Tucker', 'Eyes on the Prize'... un inicio arrollador en definitiva para asegurarse la fidelidad de un auditorio que nunca desertaría. Incitando a la participación del público fueron sonando 'Atlantic city', 'Oh, Mary, Don't You Weep' o 'Jesse James' Lleno de fuerza, a Springsteen se le vio feliz, cómodo, encima del escenario, sin acusar los cinco conciertos que en apenas siete días ha ofrecido en España. Con su forzado pero entendible castellano se dirigió una y otra vez a sus seguidores, a los que agradeció su presencia y su calidez, preguntó cómo se encontraban y prometió volver pronto, a Santander, a Cantabria y a España. A sus «fans de siempre», dedicó 'Bobby Jean', preludio de 'Erie Canal', 'My Oklahoma Home', 'Mrs. McGrath' o 'Jacob's Ledder', una versión de 'Love of the common people' o la ya mítica 'Pay Me My Money Down', que el público alargó hasta un improvisado y espectacular final.Hubo tiempo para el rock de los 80 con 'You can look', para la revisión religiosa de un himno tan popular como 'When the Saints go Marchin'in' o para dos temas que nunca había tocado nunca en la actual gira, 'Fire' -que dedicó a todas «las mujeres bonitas españolas»- y ' The ghost of Tom Joad', cantada a petición de una chica de las primeras filas que se lo pidió a través de un insistente cartel. Temas que sonaron puros, vibrantes, sin los habituales inconvenientes sonoros que provoca el Palacio de Deportes, que ayer desaparecieron por completo. El 'cowboy' Bruce, tan azotante como el viento sur que arremetió ayer sobre Santander, sedujo con sonido potente y envolvente y su inconfundible voz. El final, no por esperado, fue menos emocionante y fue la interpretación de ese impresionante 'American Land', esa 'tierra americana' de la que se siente orgulloso, de la que no se avergüenza pero para la que reclama un cambio, esa tierra americana de salmos, leyendas de bandidos, desamores y búsqueda de la salvación a través de una melodía que ha destacado Springsteen a través de este su último disco, que pudimos disfrutar anoche, a lo grande, en directo. Y como la noche también tenía su espacio reservado para las sorpresas, sonó 'Bring'em home'. Los rítmicos sones enlazados de sus dos últimos temas sumergieron al público en un baile colectivo, en una locura sin freno, sin darse cuenta de que ya habían pasado dos horas y media de concierto, sin darse cuenta de que el sueño de una noche de otoño estaba llegando a su fin. Era un concierto histórico, lo era antes de celebrarse y lo fue después, porque el recuerdo que ya guardan todos los presentes será imborrable, como parece que también será para el 'Boss', por las muestras de cariño, cercanía, sencillez y pasión que demostró Springsteen con su gente, otra de las claves que adornan su granada trayectoria y que le hacen ser tan querido, muchas veces por encima de la lógica o el razonamiento.

Cientos de fieles vivieron con impaciencia las horas previas por Gonzalo Seyers

Los exteriores del Palacio de Deportes de Santander, a las seis de la tarde, eran ya un hervidero de camisetas negras y pantalones vaqueros, el uniforme de los adoradores del Boss. Y es que la estética 'made in' Bruce Springsteen era la nota común entre los cientos de fieles que se congregaron con mucha antelación a la apertura de las puertas. Todos albergaban la misma esperanza: hacerse con el mejor sitio para ver de cerca a su ídolo.

En dos filas que se extendían por toda la cara principal del Palacio se reunieron seguidores llegados de toda España, desde Vigo hasta Las Palmas de Gran Canaria, pasando por Burgos, Barcelona, Valladolid y, por supuesto, Cantabria. Incluso, había algún compatriota de Springsteen cuyo oficio es seguirle por todo el planeta.

Si hay algo que caracteriza a la música y a los conciertos del autor de 'The River' es lo heterogéneo de las edades de sus acólitos. Esto se debe, en gran medida, a la prolífica carrera del músico y que, a lo largo de casi tres décadas ha conseguido aunar los gustos de dos generaciones diferentes. Ayer, en el Palacio, gente joven que rozaba los veinte años se confundía con los más veteranos, los que han visto crecer y madurar al Boss.

En todo caso, la organización era fundamental, y el rotulador rojo, de punta gorda, corrió de mano en mano, Cada uno se apuntaba en su mano el número correspondiente en relación a su orden de llegada. Los primeros, a escasos metros de la principal puerta de acceso, acumulaban más de un día de espera junto al Palacio.

El número uno lo ostentaba Karen, de 25 años. Había llegado de San Sebastián el día anterior. Cuando se abrieron las puertas, llevaba 32 horas haciendo guardia junto a las vallas. Los números de los primeros cántabros, que habían llegado al Palacio al mediodia, ya apuntaban al medio centenar.

Matar el tiempo

Con tantas horas por delante y esperando con ansiedad el comienzo del concierto, las horas pasaron muy lentas. Las alternativas para matar el tiempo pasaban por charlas animadas con los compañeros de fila, ir a los puestos situados en el aparcamiento del campo del Racing para comprar un bocadillo o jugar a las cartas.

Los más originales elaboraron unas pancartas improvisadas en pedazos de cartón donde se podía leer: «Welcome to my house (Bienvenido a mi casa» o «The ghost of Tom Joad ('El fantasma de Tom Joad')», uno de los personajes de 'Las uvas de la ira' y nombre de un LP de Springsteen.

GRANDES SORPRESAS EN EL CONCIERTO DE SANTANDER

Por Joan Colet - Santander.
Gran concierto el celebrado en Santander con grandes sorpresas como "The Ghost Of Tom Joad" (debut en la gira y dedicada a un fan que estaba en las primeras filas con una pancarta), "Fire" dedicado a las "mujeres bonitas de españa" y "Froggie went a courtin´" para acabar el concierto :"one more for spain".
El concierto tuvo la misma intensidad que los 5 conciertos ofrecidos en nuestro país. El público de Santander estuvo un poco frío hasta "Jacobs Ladder" pero a partir de este tema fue más participativo.

Bruce remarcó en varias ocasiones que nos veremos "muy pronto". Ya sabéis, gira con la E Street Band el próximo año.

Como anécdota comentar que Jon Landau se pasó medio concierto con la gorra del "Stone Pony Club". También le entregamos una al Boss.

CONCIERTO BRUCE SPRINGSTEEN EN SANTANDER

John Henry
Old Dan Tucker
All the way home
Atlantic city
Further On (Up the Road)
Jesse James
O Mary Don't You Weep
Love of the Common People
Bobby Jean
Erie Canal
My Oklahoma Home
The Ghost of Tom Joad
Mrs. McGrath
How Can a Poor Man Stand Such Times and Live?
Jacob's Ladder
Open All Night
Pay Me My Money Down

Fire
You Can Look (But You Better Not Touch)
When the Saints Go Marching In
This Little Light of Mine
American Land
Froggie went a courtin´

miércoles, octubre 25, 2006

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BRUCE EN BARCELONA GALERIA FOTOGRAFICA DE EL PERIODICO

Genial documento gráfico de la Galeria de Fotografías de EL PERIODICO del concierto de Bruce Springsteen en el Palau Sant Jordi de Barcelona (24.10.2006). Fotos por Guido Manuilo y Fustau Nacarino.








BARCELONA SE RINDE AL SPRINGSTEEN MAS INTIMISTA Y TRADICIONAL



Crónica de LA VANGUARDIA
Barcelona. (EFE).- Hacía sólo cinco meses que Bruce Springsteen no actuaba en tierras catalanas, pero Barcelona no ha defraudado y se ha rendido una vez más al 'Boss', que ha aparcado su vertiente más rockera para ofrecer su particular visión del legendario cantante folk Pete Seeger ante un Palau Sant Jordi lleno a rebosar.

El músico estadounidense ha recalado de nuevo en Barcelona dentro de la gira 'We shall overcome: The Seeger Sessions', que en los últimos días le ha llevado por los escenarios de Madrid, Valencia, Granada y la capital catalana, en un periplo español que concluirá mañana en Santander, cómo no, con todas las entradas vendidas.

Ante más de 18.000 incondicionales, en su mayoría adultos, pero no por ello menos entregados al comprometido talento de 'El Jefe', el rockero de New Jersey ha presentado, con ligeras variaciones, el mismo espectáculo que ofreció el pasado mes de mayo en Badalona (Barcelona), única ciudad española que visitó en la primera parte de su gira con la Seeger Sessions Band y los diecisiete músicos que la integran.

Springsteen ha mostrado su lado más personal, crítico e intimista en un recital en el que ha recuperado de la memoria la música tradicional americana, gracias al inconfundible sonido de banjos, armónicas, trombones y violines, y las canciones del mítico Pete Seeger (Nueva York, 1919), cantante y activista que sufrió la persecución política por sus duras críticas al gobierno norteamericano durante la guerra fría.

Decorado intimista
En un escenario austero, con varias lámparas pendidas del techo y una cortina de fondo como única decoración, la sola música ha servido a Springsteen para convertir el Palau Sant Jordi en un auténtico 'saloon' del lejano oeste americano, a través de las canciones de su último disco de tributo a Seeger, un sonido potente y envolvente y su inconfundible voz.

Con un "bona nit Barcelona, esteu bé?" (buenas noches Barcelona, ¿estáis bien?), 'The Boss' ha iniciado, pocos minutos antes de las diez de la noche, su peculiar recorrido por las raíces de la música estadounidense, en el que ha interpretado casi al completo el disco que da nombre a la gira, con temas como 'John Henry', 'Old Dan Ticker', 'Oh, Mary, Don't You Weep' o una revisión del popular 'When the Saints go marchin'in'.

Desde folk, hasta blues, country y gospel, los seguidores del 'Boss', que agotaron las entradas para este concierto en noventa minutos, han podido escuchar de todo menos rock, pero nadie ha echado de menos los viejos éxitos del músico, como 'Born in the USA' o 'Blinded by the light', ni a su habitual E-Street Band, a la que nada tiene que envidiar una Seeger Sessions Band magistral, formada por cuerdas, viento metal y tres coristas de voz angelical.

Quizá la única gran ausente en esta noche ha sido su esposa, la corista Patti Scialfa, que no lo ha acompañado en esta gira porque "está en casa con los niños, que van al instituto y no nos atrevemos a dejarlos solos", ha dicho 'The Boss', que ha transmitido muchos "besos y recuerdos" de su mujer al público barcelonés.

Durante casi dos horas de concierto, Springsteen ha logrado hacer saltar, bailar y levantarse en más de una ocasión a todas las gradas del pabellón, en especial con el clásico 'Jessie James' y 'Growin'up', una "canción antigua" que ha dedicado a sus "fans más jóvenes", según ha comentado en catalán. A sus "fans de toda la vida", el artista les ha obsequiado con 'The river'.

Que Bruce Springsteen es un músico especialmente querido por los barceloneses es de antaño conocido, y hoy lo han vuelto a demostrar, regalándole ensordecedoras ovaciones, coreando su nombre entre cada canción y demostrando ser buenos conocedores del repertorio del músico de New Jersey. En un lateral del Sant Jordi, incluso, algún fan ha colgado una gran pancarta en la que podía leerse: 'Bruce for president of Catalonia» (Bruce para presidente de Cataluña). Y es que, en plena campaña electoral, hay quien sueña con Bruce como sucesor de Pasqual Maragall al frente de la Generalitat.

Pero si algo ha demostrado Bruce Springsteen en este concierto es que, a pesar de sus 57 años recién cumplidos, aún tiene mucho que decir y que a Barcelona, ciudad con la que ha establecido una complicidad muy especial, aún le queda mucho 'Boss' por disfrutar.

APOTEOSICO SPRINGSTEEN EN BARCELONA


CRONICA DEL PERIODICO DE CATALUNYA
Apoteósico Springsteen (Por Jordi Biancotto)
El 'Boss' conquistó el Palau Sant Jordi con el repertorio añejo de Pete Seeger

En Barcelona, las estrellas del rock se dividen en dos grupos: Bruce Springsteen y el resto. Por si era necesaria una prueba más de fidelidad, la afición catalana cerró filas anoche en el Palau Sant Jordi en otra demostración de fuerza de la springsteenmanía a lomos del recuperado repertorio de Pete Seeger y de algunos clásicos del artista, como The river, Factory y Growin' up. El rockero de Nueva Jersey, ahora desviado (¿temporalmente?) hacia temarios de folk y jazz de Nueva Orleans, desató una nueva dosis de delirio en las 18.000 personas que llenaron el aforo del local olímpico.
Fueron dos horas de temario inflamado, que apeló a las raíces afroamericanas de la mano de los 17 integrantes de la imponente Seeger Sessions Band. Pero Springsteen ya es en Barcelona algo más que un ídolo musical. "Bruce for president of Catalonia", reclamaba una pancarta aportando un inesperado plus de tensión a la reñida carrera por la presidencia de la Generalitat.
Como el pasado mayo en Badalona, el guión fue una suma de fiesta, raíces y un punto de espiritualidad soterrada. "Esteu bé?", preguntó tres veces seguidas, en catalán, antes de atacar con John Henry, la primera canción de la noche. El temario de We shall overcome marcó la pauta (fueron cayendo Old Dan Tucker, Eyes on the price, Jesse James, O Mary don't you weep...) y, viendo la soltura con que sonaban y la reacción de la audiencia, no parecía que fueran partituras recién incorporadas al repertorio del Boss. Poco se acordaban los fans anoche, viendo el recital, de las excelencias de la E Street Band.

REPESCAS EMOTIVAS
Hubo tiempo para pequeños experimentos, como su repesca de la remota (y poderosa) Love of common people, y para algunos viajes en el tiempo a través de su discografía. "Aquesta és una cançó antiga per als meus fans joves", anunció antes de entonar una remozada Growin' up, pieza de su primer disco. Le siguió el amargo canto a la clase obrera de Factory, y poco después sacó del baúl The river ("la dedico als meus fans de tota la vida", dijo) en una adaptación algo desfigurada pero que mantuvo un buen nivel de intensidad.
La banda funcionaba como tren de alta velocidad japonés, y la temperatura fue subiendo con How can a poor man stand such times and live? y un épico Jacob's ladder que Springsteen dedicó a la gran ausente de la noche, su pareja, Patti Scialfa, en casa a cargo de la descendencia. "La Patti us saluda i us dóna records des de casa. Els nens van a l'institut i no ens en podem refiar de deixar-los", aseguró el Boss en una entrañable confesión doméstica.

LA TUBA, ESTRELLA
El clímax del bloque central llegó con Pay me my money down, convertida en un divertimento colectivo que levantó a los asistentes de sus asientos y que coronó, al igual que en Badalona, con un solo de tuba. Un final de lo más curioso para un recital de Bruce Springsteen, aunque los bises transcurrieron por canales menos revolucionarios.
Land of hope dreams fue una elección "solo para Barcelona", y You can look (but you better not touch) aportó el punto de desenfreno final antes de los últimos cartuchos: When the saints go marchin' in, guiño explícito a la desafortunada ciudad de Nueva Orleans, y la obligada American land, festivo cierre oficial de los recitales de esta gira. "Espero que ens veiem molt aviat", lanzó. Viendo la profusión de sus incursiones por nuestros escenarios en los últimos tiempos, no parece que sea una simple frase de compromiso.



ESTA NOCHE VAIS A DECIR WOW (por Rafael Tapounet)

"Cuando esta noche salgáis ahí, vais a decir: 'Guau'". Eso es lo que Bruce Springsteen contó a los músicos de la Seeger Sessions Band sobre el Palau Sant Jordi y el público barcelonés. Que iban a quedar pasmados. Que iban a decir guau. "Estoy completamente seguro. Ya tengo ganas de ver sus caras".
El comentario de Springsteen sobre el Palau Sant Jordi es algo más que una gentileza de estrella con ganas de agradar. El pabellón olímpico de Arata Isozaki fue el lugar escogido por el Jefe para empezar, en 1999, la inolvidable gira mundial de reunión de la E Street Band. Y fue también el escenario del histórico recital de mayo del 2002. Histórico por cuanto la retransmisión televisiva en directo a través de la MTV y la posterior publicación del DVD Live in Barcelona le aseguró un pequeño pero dignísimo lugar en la historia del rock'n'roll.
Sitúense. Pasan 10 minutos de las siete de la tarde. Bruce Springsteen y sus músicos acaban de dar por concluida la prueba de sonido previa a la actuación. Una prueba de sonido que ha sido, en realidad, un pequeño recital para una audiencia de no más de 15 personas. Nada de interminables golpes de bombo y guitarras martilleando la misma nota. Eso ya lo han hecho los técnicos por la mañana. El Boss y la banda atacan las canciones desde el principio hasta el final. The rising, Land of hope and dreams (repetida varias veces), Love of the common people, una versión abreviada de John Henry, Youngstown y Factory.
El Palau Sant Jordi, vacío, impresiona de verdad. El sonido es espléndido, abrumador. Springsteen, ataviado con camiseta y pantalón de color negro y tocado con una gorra de los Yankees de Nueva York manda con una sutil firmeza. No hay un mal gesto, pero todos los músicos están pendientes de él. No se gana uno el sobrenombre de Jefe porque sí. Y ríen y se gastan bromas y se divierten, lo cual resulta bastante insólito en un grupo de personas enfrentado a la rutina de probar sonido, especialmente cuando llevan seis meses haciéndolo
Acaba la prueba y Springsteen, con una preciosa guitarra acústica en las manos, se acerca al borde del escenario, se sienta sobre uno de los chivatos y dibuja una amplia sonrisa. ¿Qué quieren preguntar, chicos?
Pues cosas como si prepara un disco con la E Street Band --"sí, y espero que sea un disco que encuentre un lugar entre los mejores de mi carrera, como creo que lo tiene The rising"--, si sus nuevas canciones mantendrán el tono altamente ideologizado de sus últimos trabajos --"solo en parte, no voy a hacer un disco solo de canciones políticas"--, si se arrepiente de haber hecho campaña a favor del demócrata John Kerry --"para nada, sigo creyendo que hice lo correcto"-- y, era inevitable, qué sentimientos le produce volver a actuar en el Palau Sant Jordi y ante el público barcelonés.
Ahí va la respuesta, convenientemente extractada: "Este lugar el Sant Jordi me es ya muy familiar. Y el público es absolutamente espectacular. Es un sitio muy cálido y pienso que fue una gran elección para empezar de nuevo con la E Street Band. El público español siempre nos aporta el ritmo que necesitamos. Es un público apasionado, generoso y, sobre todo, comprometido con la música. Esto es lo más importante. Yo quiero que mi relación con la música sea la misma que tenía a los 16 años, cuando no había en mi vida nada más importante que la música. Y esa es la sensación que tengo cada vez que toco aquí". Y luego dijo eso de que los músicos iban a decir "guau".
También habló de Pete Seeger, cuyo espíritu, dijo, se ha mantenido a través de artistas como Bob Dylan y otros cantautores próximos al folk "pero también a través de grupos como los Sex Pistols o los Clash". Y explicó qué es lo que le mantiene, a los 57 años, con ganas de salir a un escenario a tocar: "Cuando estoy actuando, pienso que no hay nada mejor que pudiera estar haciendo en ese mismo momento. Y, al fin y al cabo, es solo rock and roll".

SPRINGSTEEN EN BARCELONA 24 OCTUBRE 2006

Acaba de finalizar el concierto de Springsteen en Barcelona. Realmente ha sido apoteósico. Ha debutado en los bises "Land Of Hope And Dreams" en esta gira 2006. Este ha sido el repertorio :

1. John Henry
2. Old Dan Tucker
3. Johnny 99
4. Eyes On The Prize
5. Jesse James
6. Oh Mary Don't You Weep
7. Love Of The Common People
8. Growin' Up
9. Factory
10. Erie Canal
11. My Oklahoma Home
12. The River
13. Mrs. McGrath
14. How Can A Poor Man Stand Such Times And Live?
15. Jacob's Ladder
16. Long Time Coming
17. Open All Night
18. Pay Me My Money Down

19. Land Of Hope And Dreams
20. You Can Look
21. When The Saints Go Marchin' In
22. This Little Light Of Mine
23. American Land

martes, octubre 24, 2006

VIDEO SOUNDCHECK MADRID 2006

Ya falta poco para empezar el concierto de Springsteen en Barcelona. A continuación podéis ver el video de las noticias que aparecieron en televisión del concierto de Madrid en TV1, Tele 5 y Antena 3. Como curiosidad indicar que podréis escuchar al Boss cantando The Ghost Of Tom Joad

VIDEO ALL THE WAY HOME - MADRID 2006

Durante el dia de hoy iremos publicando diferentes videos de las noticias de televisión del concierto de Madrid del pasado jueves. A continuación puedes ver en TV1 fragmentos del tema All The Way Home.
Esta tarde volveremos a publicar el video del soundcheck de Madrid que por problemas técnicos en estos momentos no está disponible.

VIDEO BRUCE ON TOUR 2006

VIDEO SPRINGSTEEN MADRID 2006

Puedes ver las noticias de antena 3 del viernes al mediodía...

SPRINGSTEEN : ME LLEVO A LORCA BAJO EL BRAZO


TAN encantado estaba que ayer salió del Hotel AC Santa Paula prometiendo volver a Granada, en secreto y con su familia, tan pronto como tenga oportunidad.

En su maleta llevaba 'Poeta en Nueva York', el regalo que nuestro compañero José Antonio Guerrero, jefe del área de Cultura de IDEAL, hizo a Springsteen para que se iniciara en Lorca, un poeta al que siempre quiso conocer pero nunca tuvo oportunidad. «Lo voy a leer durante el viaje», le confesó al director del Hotel, Paco Ruiz, cuando salía por la puerta en dirección al aeropuerto, donde le esperaba su jet privado. Se da la circunstancia de que uno de los hoteles que más ha impresionado a Springsteen en su vida ha sido el AC Palacio de Santa Paula. Lo calificó como «el más espectacular donde nos hemos hospedado durante esta gira», una gira que le ha llevado a varias ciudades europeas de primer nivel. Springsteen recorrió la capilla y, admirado por la carga histórico y artística del hotel, se sentó en uno de los bancos con su guitarra e improvisó unos cuantos temas, antes de marcharse a la plaza de toros, donde le esperaban once mil personas. Fue un lujo escuchar a Bruce Springsteen en ese ambiente tan íntimo. Más tarde, se fue a descansar a la mejor habitación del Hotel, 'la Suite del Obispo', que también le ha resultado inolvidable por su estilo, belleza y comodidad.

Bruce Springsteen es un cliente «educadísimo, encantador, nada caprichoso, de una normalidad maravillosa ». El director del Hotel Santa Paula, Paco Ruiz, se queda corto en elogios hacia el rockero norteamericano. «Espero que cumpla su palabra de volver, y que no se quede todo en una promesa», comentaba ayer con la pena de que el Boss no visitara finalmente la Alhambra.

Tras su marcha, el Palacio de Santa Paula se ha quedado muy tranquilo y un poco triste, como corresponde tras una despedida tan especial como la de Springsteen.

Los admiradores se agolpaban en la puerta después del concierto del domingo, lo que inclinó al Boss a no salir a conocer la noche granadina y permanecer inmerso en ese oasis de tranquilidad en el centro de la ciudad que es el Palacio de Santa Paula. Ayer por la mañana se levantó tarde dispuesto a visitar la Alhambra, pero ante la cola de admiradores que lo esperaban se decidió a coger el camino del aeropuerto y volver a Granada en secreto, lo más pronto posible y con su familia.

Los admiradores de Bruce, además, tuvieron suerte con el tiempo. Llovió antes y después del concierto, pero no lo hizo durante la actuación. Hasta la malafollá granadina se ha rendido al Boss. El Boss dijo sentirse «feliz» por la acogida de los fans granadinos.
(IDEAL DIGITAL - GRANADA)

RECORDANDO BRUCE EN BARCELONA 1988

lunes, octubre 23, 2006

BRUCE SPRINGSTEEN YA ESTA EN BARCELONA


A primera hora de la tarde Springsteen ha llegado a Barcelona y se ha instalado en el Hotel Arts. De momento no ha saludado a los fans que lo esperaban en el Aeropuerto ni en el Hotel... y es que cuando viene sin Patti es más dificil verlo por la ciudad condal.

CRONICAS DEL CONCIERTO DE SPRINGSTEEN EN GRANADA



IDEAL DIGITAL por Javier Fuentenebro

La voz y el martillo
Bruce Springsteen se mostró arrollador en la plaza de toros de Granada con un repertorio de folk vigoroso El público participó y disfrutó del concierto festivo que ofrecieron un pletórico Boss y su banda
¿Hola Granada! ¿Estáis preparados!, ¿estáis preparados...!» Pues no, Granada no estaba preparada para lo que Bruce Springsteen nos tenía guardado. Las diez mil almas que llenaban la plaza de toros se quedaron anonadadas anoche ante el torrencial de folk musculoso y festivo que provocaron el Jefe y los dieciséis músicos que componen la Seeger Sessions Band. La voz y el martillo. Porque Bruce tiene ahora mismo, a sus 57 años, una garganta espléndida; y su grupo, tras unos primeros minutos de 'rodaje', sonó como un martillo interpretando con vigor y actitud casi rockera un repertorio -fundamentalmente el de Pete Seeger-, de marcado contenido 'rural' y reivindicativo. Un empaste vocal y musical que nos 'obligó' a bailar demandas sociales, críticas políticas, antibélicas.... Ya lo dijo Lennon a cuenta de su 'Imagine', un mensaje ácido en un envoltorio dulce se lo come todo el mundo.

A las 22.25 horas -con 25 de minutos de retraso- salió Springsteen a escena. Un entarimado austero, con tres grandes lámparas colgadas del techo y las banderas española y estadounidense a los costados, y dos pantallas de vídeo gigantes para seguir las evoluciones de la estrella desde cualquier rincón del recinto. 'John Henry' y 'Old Dand Tucker' -ambas de su último disco 'We shall overcome', The Seeger Sessions'- abrieron el concierto y establecieron las pautas del mismo; esto es, vamos a cantar contra las injusticias del mundo pero nos los vamos a pasar bien.

Terremoto folk

Y así fue. El público brincó, sudó y disfrutó con la entrega y la energía que emanaba del escenario. Góspel, country, jazz que parecía parido en Nueva Orleans y aires irlandeses (EE UU ha chupado mucha sangre de esa isla). Todo empaquetado a la perfección por el Boss y sus chicos -sin su mujer, Patti Scialfa, que se había quedado al cuidado de sus hijos, según explicó el propio cantante en un momento dado-, para que una tierra tan ajena a esos géneros musicales como Granada se integrara completamente en tal explosión de sonido profundamente yanqui. Y coreando las canciones.

Al tercer tema cayó un clásico menor en la carrera del de Nueva Jersey: 'Adam raised a Cain', (corte incluido en 'Darkness of the edge of town'), absolutamente irreconocible. Mejor suerte tuvo 'The river', en una recreación folkie que supo sacar jugo a la melancolía del tema.

Entre unas y otras, el verdadero contenido del 'show': folklore americano -el vaquero 'Jesse James', 'Eric Canal', 'Mrs. McGrath' o 'Mary don't you weep'- pasado por una trituradora de metales, guitarras acústicas, bajos, teclados, violines y unos coros sobresalientes, partitura que ponía las notas a mensajes políticamente 'incorrectos'.

Los momentos más memorables tuvieron tres claros protagonistas: el íntimo y campestre 'My Oklahoma home', con su estribillo 'blowed away' aullado por un público en mágica sintonía con el esforzado granjero-ganadero de peto y sombrero; 'How can a poor man stand such times and live', lo más cercano a la E Street Band que escuchamos ayer; y 'Jacob ladder', en una larguísima y desmadrada versión que puso patas arriba, literalmente, la plaza de toros, convertida en un improvisado templo góspel con Bruce de maestro de ceremonias y toda la Seeger Sessions Band arremolinada al borde del escenario, en comunión cervecera con el respetable.

La tierra prometida

Todo era perfecto y al propio Boss -con sonrisa permanente- se le notaba en la cara la satisfacción de una receptividad que es posible no esperara.

Y quizás sorprendido por la respuesta del coso, dedicó 'The promise land' ('La tierra prometida') a Andalucía, y agradeció en español la asistencia a su concierto, «porque ya sé que hoy había coches y fútbol», en alusión al campeonato de Fórmula 1 y al Real Madrid-Barça. Rasgo inequívoco de un tipo campechano que aún respeta el precio de una entrada y que todavía disfruta con una guitarra.

Al filo de las 12.30 de la noche encaró la recta final del concierto con la única canción que ha compuesto para el disco dedicado a Seeger: 'American land', el triste lamento de un emigrante llegado a EE UU que escribe a su chica prometiéndole una casa y un hogar en «la tierra americana».

Y ya de madrugada, como cantaba Serrat, «con la resaca a cuestas, volvió el pobre a su pobreza, el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Se acabó la fiesta». Que es lo que fue.


EL MUNDO por Javier Pérez de Albéniz

¿Existe el concierto perfecto? No lo sé, pero el de Granada se le parece mucho: un lugar magnífico, un público caliente, un sonido potente, un repertorio ajustado pero con sorpresas... Así fue la noche de la ciudad andaluza, sin duda la más excitante y próxima a la gente de cuantas han ofrecido Springsteen y la Seeger Session Band.

El momento emotivo está muy claro. Bruce se cuelga la armónica, insinúa un acorde de guitarra y anuncia "una canción especial para Andalucía". Suena 'The Promised Land' (La tierra prometida), un tema del álbum 'Darkness on the Edge of Town'. La plaza de toros se viene abajo. Una plaza de toros pequeña, construida en vertical, que permite que nadie este a más de 100 metros de 'El Jefe'. Y que el sonido sea especialmente contundente. La comunión público-musicos es perfecta: pueden olerse, pueden verse las caras...

Ningún recinto de los utilizados en esta gira debería tener capacidad para más de 10.000 personas. Sólo así se puede disfrutar de una banda de 17 músicos y de un repertorio que deparó nuevas sorpresas (además de 'The Promised Land'). Repitió 'The River' y 'Adam Raised To Cain' se hizo un hueco en la primera parte. Volvió 'Bobby Jean'. Y escuchamos por segunda vez una nueva canción sin título que Springsteen presentó en Valencia, algo parecido a un reggae festivo que podría resultar muy radiable y comercial.

A las doce y media de la noche, con la plaza puesta en pie, Bruce dio las gracias por darle una oportunidad: "Gracias por venir en un día con fútbol y carreras de coches". Como agradecimiento ofreció el mejor show de su gira española... De momento.

A las dos de la madrugada, medio centenar de seguidores le esperaba en la puerta del hotel Palacio de Santa Paula. "Esta noche parecía el hombre más feliz del mundo", dijo una chica que hacía guardia junto a su hermana. "Seguro que en algún momento baja a saludarnos".

THE PROMISED LAND EN EL CONCIERTO DE GRANADA


Gran concierto el ofrecido por Springsteen en Granada, de intensidad parecida a la de Valencia y con un gran ambiente en la plaza de toros. Palmas y ganas de pasárselo muy bien... Regresa al repertorio Further On (Up The Road), Bobby Jean, Adam Raised A Cain y se mantiene Love Of The Common People ahora interpretada en la primera parte del show.

La gran sorpresa del concierto fue el debut en la gira de The Promised Land (LP Darkness On The Edge Of Town 1978), interpretada al inicio de los bises en formato acústico parecida a la versión de la gira del Tom Joad o Devil And Dust. Y para acabar otra brutal versión de American Land... con Landau saltando sin parar en un lateral del escenario

Este fue el set-list de Granada:

John Henry
Old Dan Tucker
Adam Raised A Cain
Further On (Up The Road)
Jesse James
Oh Mary Don't You Weep
Love Of The Common People
Bobby Jean
Erie Canal
My Oklahoma Home
The River
Mrs. McGrath
How Can A Poor Man Stand Such Times And Live?
Jacob's Ladder
Long Time Comin'
Open All Night
Pay Me My Money Down

The Promised Land
You Can Look (But You Better Not Touch)
When The Saints Go Marching In
This Little Light of Mine
American Land

A LA VENTA 550 ENTRADAS PARA EL CONCIERTO DE SANTANDER

Según publica el Diario Montañés, se pondrán a la venta mañana martes 550 entradas más del concierto de Springsteen en Santander :

Segunda oportunidad y sin acudir a la reventa. El martes se pondrán a la venta en el Palacio de Festivales 550 nuevas entradas para el concierto de Bruce Springsteen en Santander. Las taquillas del Palacio se abrirán a las 10.00 horas y el precio de los billetes será el mismo de los que se agotaron en julio apenas hora y media después de ponerse a la venta: 69 euros (gastos de distribución incluidos). Como medida para evitar la reventa, sólo se permitirá adquirir dos entradas por persona.

La ampliación del aforo ha sido posible gracias a la ubicación definitiva del escenario en el que actuará Springsteen, ya que una vez hechas las mediciones ha comprobado que era posible habilitar unas nuevas localidades sin perjudicar la visibilidad del espectáculo. Según la organización, el concierto se podrá ver en perfectas condiciones desde estas nuevas localidades.

domingo, octubre 22, 2006

CONCIERTO SPRINGSTEEN EN VALENCIA


Espectacular concierto el que Bruce Springsteen y la Seeger Sessions Band nos ofreció en Valencia el pasado sábado. Realmente fue un concierto impresionante, con una intensidad y un poderío increible. Para los que solo han visto el concierto que Springsteen realizó en Badalona y que repetiréis el próximo martes en el Sant Jordi comentaros que el trabajo de la banda y del propio Bruce ha mejorado, presentando un show demoledor. Bruce está en plena forma, bailando e interpretando los temas al máximo. La banda, mucho más entrenada se encuentra muy cómoda en el escenario, dando una sensación "real" de banda. Ha ganado en dinamismo sobre el escenario. Temas como "Jacob Ladder", "You Can Look", "My Oklahoma Home" y "Jesse James" han mejorado.... y la inclusión de temas como "This Little Light of Mine" y especial "American Land" convierten el final de concierto en un espectáculo dificil de superar. Volvimos a acabar un concierto completamente exhaustos...

Del show de Valencia destacó el regreso de "Johnny 99" en lugar de "Atlantic City", Long Time Comin' (genial), Growin'Up (quien no se sepa la letra no la conocerá), "The River" (gran versión folk) y la presencia por primera vez en esta gira de "Love of the Common People", que fue la gran sorpresa de la noche en los bises. El tema interpretado con cierto estilo Reagge nos dejó a todos atónitos ya que nadie podía esperar la inclusión de este tema.

"Love of the Common People" es un tema compuesto por Ronnie Wilkins y John Hurley y publicada por Waylon Jennings en 1967 y que han versionado muchos artistas. Son bastante conocidas las versiones de Elton John y Paul Young.

En la prueba de sonido (de unos 75 minutos de duración) Springsteen estuvo ensayando este tema junto a "Youngstown" y "John Henry". Al finalizar, Springsteen salió y saludó durante unos 5 minutos a los fans que estaban fuera del recinto.

Este fue el repertorio de Valencia

John Henry
Old Dan Tucker
Johnny 99
Eyes On The Prize
Jesse James
Oh Mary Don't You Weep
Growin' Up
The River
Erie Canal
My Oklahoma Home
Devils & Dust
Mrs. McGrath
How Can A Poor Man Stand Such Times And Live?
Jacob's Ladder
Long Time Comin'
Open All Night
Pay Me My Money Down

Love of the Common People
My City of Ruins
You Can Look (But You Better Not Touch)
When The Saints Go Marching In
This Little Light of Mine
American Land

Para los que quieran escuchar "Love Of The Common People" os enlazamos con el video que Paul Young realizó de este tema para que os vayáis familiarizando.

CRONICAS DEL CONCIERTO DE SPRINGSTEEN EN VALENCIA



PERIODICO LEVANTE

Springsteen echa raíces
Valencia se quitó ayer una de sus espinas musicales con la visita de uno de los iconos del rock moderno. Nunca antes Bruce Springsteen había actuado en la ciudad, y se notó en el ansia con el que miles de fieles asistieron a la gran cita. El lugar, el estadio Ciutat de València. La excusa, el último disco del Boss, «We shall overcome»; aunque, en realidad, la única justificación para todos era la de estar cerca de su ídolo, al que muchos siguen, de concierto en concierto, desde hace años.

R. S./R. R., Valencia

A las diez y cuerto de la noche, Springsteen abrió las puertas del saloon y dijo «bona nit». Era el aviso de lo que se avecinaba en la que era su primera visita a Valencia. Y se lanzó de golpe con un audiencia, entregada de antemano, que cubría cerca de tres cuartas partes del estadio Ciutat de València.

Al acabar el primer tema, avisó: "Vamos a divertirnos». Porque lo que se avecinaba era una noche del más puro folk envuelto en un sonido en el que, a diferencia del que alcanza con la E Street, se trataba de revisar la más pura esencia de la raíz americana: el folk de Peter Seeger envuelto por una banda de 17 músicos, mucho sonido de viento, banjos, guitarras acústicas y violines, pero sin miedo al soul.
La escena lo acompañaba. Telones rojos y lámparas del techo al estilo del medio oeste, donde una Johnny 99 sonaba tan apabullante que para muchos llegó a pasar desapercibida. Este Springsteen perdedor no es el que huye de la ciudad en un Cadillac con una chica, sino el que pone la mirada en la progresía y los homenajes a Jesse James, Oklahoma Atlantic City; la América más dura, la de Old Dan Tucker, pero con aire muy festivo. Y eso a la audiencia le daba igual porque, pese a todo, sobre el escenario hay mucho artista y un tipo capaz de convertir algo tan lejano como el folk rebelde americano de Peter Seeger en algo vibrante y próximo.
Hasta que sonó The River, una versión que, pese a los cambios que le pueda introducir, sigue siendo tan emocionante como la que dio título a uno de los grandes discos de su carrera y que anoche recuperaba para delirio de sus seguidores, que a la hora del cierre de esta edición continuaban entregados a un músico que debe una visita con su cara más rockera.

Hervidero de fieles

Desde primeras horas de la mañana, los aledaños del estadio Ciutat de València se convirtieron en un hervidero de fieles. Muchos de ellos forman parte de una comitiva que se desplaza por toda España al ritmo que marca el Boss. Tienen procedencias diversas, pero un único afán: seguir a Springsteen en sus directos allá donde sea posible. Es el caso de Laura y Alfredo, una pareja de catalanes que llevan años detrás del músico estadounidense. Eran conscientes de que toca en su ciudad, pero no habían querido perderse el resto de conciertos: «Llevamos años siguiéndole -aseguraban-. Habremos visto decenas de conciertos suyos, pero cada uno es diferente. Además, esta gira está siendo totalmente nueva. Es extraño no verle interpretando sus clásicos, pero el repertorio también es de primera».
Un atisbo de sinceridad asomaba a sus ojos, sin embargo, cuando afirman, sin dudarlo: «Nos gustó más la gira con la E Street band». Era una frase compartida por casi todos. Pero no de manera unánime. En el improvisado campamento construido alrededor del Gol Alboraia del estadio del Levante, las opiniones eran para todos los gustos. La emoción era palpable, principalmente, entre los más jóvenes, aquellos que nunca habían visto a Springsteen en directo, y que forman parte ya de algo parecido a un culto, una fidelidad que se transmite de padres a hijos. Como Daniel, con apenas 16 años y sentado durante horas, para garantizarse un buen lugar durante el concierto. Reconocía que fue su padre el que le inoculó el «virus Springsteen», pero que ahora ya vuela solo en lo que se refiere a su pasión: «Mi padre no me ha acompañado. Ya lo ha visto un par de veces, hace años, y me ha dejado solo ante el peligro. Yo tenía que venir. Era imprescindible. Llevo años deseando asistir a un concierto suyo y esta oportunidad estaba demasiado cercana como para desaprovecharla. Me da igual que venga con su repertorio o con otro, para mí es un momento único».

Caravana en marcha

Mientras los fans esperaban, por centenares, a las puertas del estadio, poco a poco se fue construyendo la parafernalia que acompaña a cada gira de Springsteen. Camisetas, bocadillos, objetos de recuerdo y todo tipo de artículos relacionados con un artista peculiar, de culto, y con una capacidad de convocatoria nada convencional.
Después de Valencia, emprenderán marcha hacia la próxima cita. Será en Granada, hoy mismo. A muchos les espera una intensa jornada de viaje, en plena noche, para no faltar a la cita. Luego llegarán Barcelona, la ciudad fetiche del rockero, y el fin de fiesta, en Santander. En total, cinco ciudades y miles de kilómetros a las espaldas del cantante y de sus más fieles.

La anécdota del concierto fue que el jefe de mantenimiento del recinto levantinista, Raimon, estrenó al «Boss» en la degustación del plato típico valenciano. Como lo contamos. Raimon cocinó una paella de verduras -el rockero de New Jersey es vegetariano- en el mismo césped, a pocos metros del escenario, y le ofreció un plato. Springsteen no sólo se la comió, sino que quedó encantado. Ahí no quedó todo. Luego, le obsequió con una camiseta del Levante UD con el dorsal 12.


LA VOZ DIGITAL por Vicente Lafora

Springsteen, honestidad brutal

Andrés Calamaro bautizó su segundo trabajo con el título de honestidad brutal. El artista argentino, al igual que en El Salmón, entregó todo su talento en aquellas sesiones maratonianas. Hoy, en Valencia, el Boss ha demostrado, una vez más, que en honestidad no le gana nadie, ni el propio Calamaro. Jon Landau, su manager, cuando lo vió en el 76, describió la actuación del poeta urbano de New Jersey, con esta simple pero directa confesión "he visto pasear sobre el escenario el rock and roll en estado puro". Treinta años después de aquella actuación, Valencia se ha rendido ante el inagotable e incansable derroche de energía, de fuerza, de talento, de magia que desprende Springsteen...

Para los valencianos seguirle ha supuesto hacer kilómetros, rodar en la carretera -Thunder Road- y conducir, Drivel All Nigth, de vuelta de Barcelona, Madrid... Montpelier (¡¡que concierto aquel, todavía conservo como oro en paño la entrada de aquella gira!!). Pero hoy, tras el concierto de Badalona, Springsteen me ha puesto la carne de gallina. Ver al Boss en Valencia ha sido como un sueño hecho realidad. Ha sido un "chute" de adrenalina, de sentiment, de pasión. El concierto ha sido una bala directa al corazón, pero en sol, fa, mi, re, do.

¡¡Que concierto!! He visto andar sobre el estadio del Ciudad de Valencia, junto a la guitarra de Sprignsteen la esencia viva del blues, del blue grass, del soul, del regaee, del country, del folck, del rock... Sprignsteen ha vencido al tiempo y al espacio y ha transformado el estadio del Levante en un callejón -Backstreets- de Nueva Orleans. Ese es su encanto, su duende, su brutal fuerza.

Al igual que en Badalona, hoy he visto caminar bajo la noche, Like a spirits in the night, la sombra de Pete Seeger, Woodi Guthrie, Kenny Neal, Taj Mahal, Clarence "Gatemouth" Brown, Etta James... Todos ellos, al cerrar los ojos, se han fusionado -entre los acordes de su banda y su voz ronca y la de sus coros, que brotan desde lo más hondo de sus gargantas- con el ambiente de cantinas y tabernas irlandesas. En mi mente fluían, como diría Ramoncín en Arañando la ciudad, "Litros de alcohol" sobre nubes de cerveza y whisky mezclados, como en un cocktail, con los decibelios acústicos que derrocha su banda. Ha sido como si Bruce y sus chicos se hubieran transformado al entonar Old Dan Tucker, Jesse James, John Henry, My Oklahoma Home... en los Chieftains, Alasdair Fraser, Aly Bain, Phil Cunningham, Pogues...

We shall over come, es una perla de gira, un rubí, que brilla con la misma intensidad que el fondo rojo de su escenario. Cien por cien música sin aditivos, sin complementos, sin trampas, a tumba abierta. Springsteen, sigue demostrando que encima de un escenario es el Boss, un trueno, un torbellino, un huracán, una traca de música que te sacude hasta que te rindes, hasta que revientas de placer envuelto y embriagado en una orgía sinfónica.

Hoy, como dice mi amigo Guillermo, Springsteen se ha versioneado a si mismo... Growin up, The river, Johnny 99, You can Look (But you better not touch)... Cada concierto sigue siendo una experiencia nueva. El Jefe no defrauda. Bajo la luna de Valencia, Carlos Segarra también hubiera quedado cegado por su luz -Blinded by the light-.

¡Qué tipo! Todavía sigue disfrutando y haciendo disfrutar. La entrada, lo que pagas por verle lo vale, porque se lo curra, se lo trabaja duro, "Working to hard", en boca de Paul Collins. El Boss simboliza y encarna la honestidad brutal en la Jungla del pop. Springsteen es mucho más que un músico, es un romántico, que, pese a estar en la cima del estrellato, sigue mostrando en vivo su pasión por la música.

Yo diría que es el obrero del rock, o como diría Calamaro, un artesano de canciones que te engancha con su alma y letras de soñador y vagabundo errante y que, pese a los años andados, todavía le sobran pulmones para -como entona Raimundo Amador- Dar candela, simplemente porque "nació para correr" y "armar las de Caín" encima de un escenario.


LA VANGUARDIA (Agencia EFE)

Bruce Springsteen conquista Valencia con espíritu del viejo Oeste
Valencia. (EFE).- El músico estadounidense Bruce Springsteen revivió esta noche en Valencia el espíritu del viejo Oeste con un concierto de folk americano, en el que banjos, violines y coristas rememoraron el ambiente de un saloon y fluyeron hacia contundentes muestras de blues, jazz y rock and roll.

En el segundo concierto de su gira por España y su primera actuación en Valencia, las cerca de 25.000 personas que acudieron al estadio Ciutat de Valéncia presenciaron una recreación musical y escénica de aquel mito orquestal, encarnado hoy por los diecisiete músicos de la Seeger Sessions Band y por el comprometido talento del rockero de New Jersey.

'El Boss' no ha basado su trayectoria en la evolución experimental de los sonidos, sino en esquemas clásicos de composición, en instrumentos cotidianos y en elevadas dosis de genio y protesta artística; cualidades que le habilitan para homenajear al perseguido Pete Seeger en un recital de casi dos horas y media y conseguir que el público vibre sin reclamar sus grandes éxitos.

Con quince minutos de retraso sobre la hora prevista y bajo un austero escenario flanqueado por la banderas española y estadounidense, Springsteen dio comienzo con 'John Henry' a un exhaustivo y festivo recorrido por las raíces de la música americana, en la que no necesitó de los 'Born in the USA' para conectar enseguida con su público.

Le siguieron temas como 'Old Dan Tucker' y 'Eyes on the prize', y con ellos llegaron los ecos cinematográficos de 'Jesse James', en la que la banda recuperó la leyenda de los forajidos del viejo Oeste y recordó a los sonidos que Bob Dylan y Sam Peckinpah inmortalizaron en 'Pat Garret & Billy the Kid'.

Destacó, no obstante, el contraste entre la actitud reivindicativa del músico norteamericano y el conservadurismo de una gira europea ceñida a un estricto guión, fortificado por los mejores músicos con los que se puede contar para este tipo de espectáculos.

La fiesta de cawboys se trasladó paulatinamente a espacios más próximos, como la sala de cabaré evocada por la sección de viento en temas como 'My Oklahoma Home', y desembocó en momentos íntimos, como su particular revisión del clásico 'The river'y en 'Devils & Dust', con la que Springsteen justificó la calidad de su trabajo homónimo previo al rescate de Seeger.

Asimismo, con 'Mrs. McGrath' reivindicó los orígenes irlandeses del folk americano, importados y adaptados del Viejo Continente como el resto de las esencias de la cultura norteamericana.

Había transcurrido gran parte del concierto, entre canciones perseguidas por el Comité de Actividades Antiamericanas y destellos de gospel, y nadie echaba de menos los viejos éxitos del veterano músico, ni de la E Street Band, gracias a composiciones como 'Jacob's Ladder', momento culminante en el que, ejerciendo de predicador, certificó la vigencia de su voz y levantó hasta las gradas más lejanas del estadio.

Hubo tiempo para el rock de los 80 ('You can look'), el reaggae, el intimismo patriótico ('My city of ruins', en homenaje a la Nueva York posterior al 11-S) y la revisión religiosa de un himno tan popular como 'When the Saints go marchin' in', que dio paso a los dos trallazos sonoros del viaje más americano que ha visto Valencia en muchos años, con 'This little light of mine' y 'American land'.

En ese momento, miles de personas puestas en pie se rindieron al 'Boss' durante diez minutos finales que hicieron temblar el estadio en un baile colectivo de homenaje a la música norteamericana, a los salmos, las leyendas de bandidos, los desamores de la Costa Oeste y la búsqueda de la salvación a través de una melodía.

Granada, Barcelona y Santander se preparan ya para su ración de historia. Bruce Springsteen es el profesor que, para este curso, ha decidido que aprendamos de dónde viene la música con la que hemos crecido.

viernes, octubre 20, 2006

VIDEO PROGRAMA SPRINGSTEEN EN LOOPS


En la Web de TV3-C33 se puede ver el video completo del programa especial sobre Bruce Springsteen que ofrecieron el pasado miércoles con imagenes de los diferentes conciertos del Boss en Barcelona.

Para ver el video pulsa el siguiente enlace Video Springsteen Loops

CRONICAS DEL CONCIERTO DE MADRID


A continuación podéis leer crónicas del concierto de ayer de Madrid publicadas en prensa. Esta mañana por televisión se han podido ver imágenes del concierto, con presencia de de All The Way Home, John Henry y Old Dan Tucker.

ABC por Manuel de la Fuente:

Bruce Springsteen: «No sentimos tanto miedo ni en los tiempos de Vietnam»
Qué le vamos a hacer, el burro delante para que no se espante. Por una vez y sí, sin que sirva de precedente, permitan que empecemos en la primera persona del singular, el mío más exactamente. Porque el que suscribe llevaba veinticinco años (por redondear) esperando este momento, el de ayer por la tarde, cuando tuvo el gusto y el honor de estar a dos pasos de uno de los grandes músicos populares de hoy: Bruce Springsteen.
Y es que el de Nueva Jersey (vayan ustedes a saber el motivo, quién sabe si los huevos estrellados de Lucio, o aquel romántico paseo por el Retiro de hace años con Patti), tuvo a bien despachar ayer con la prensa tres horas antes de saltar al escenario de Las Ventas, en su primer concierto de la gira que le trae a España con el cancionero de Pete Seeger bajo el brazo.
En primera persona, en vivo y en directo, Bruce llegaba a la plaza sobre las siete, en un monovolumen con los cristales ahumados, pero, eso sí, él sentado en el asiento del copiloto. La entrada y el patio de caballos de Las Ventas son un ir y venir de «mazas» y de cachas, algunos chiquitos, pero todos matones. Desde el coso pronto llega el eco del vozarrón del de Freehold, un vozarrón como para tenerlo de vecino.
Arriba del escenario Bruce ataca «El fantasma de Tom Joad», al mando de toda la tropa de la Seeger Sessions, hasta diecisiete músicos, que ya suenan engrasados y empastados. Un prodigio. Como lo es que Bruce, después de calentar definitivamente motores con «John Henry» se acerque hasta el foso y medio tumbado sobre el escenario empiece evocando la figura de Seeger. «Al igual que Pete -explica el Boss- yo también he hecho música con contenido social y político... pero adoro a Elvis y adoro el rock and roll».
Con una medalla de la Virgen al cuello, Springsteen no elude ninguna cuestión que se le plantee y sólo tuerce (mínima, corta, pero intensamente) el gesto cuando alguien le recuerda «su edad» (57 añazos, compañero, ya quisieras).
Por el camino habla maravillas de España («cada vez me fascina más este país»), certificación boca a boca de un romance que comenzó allá por el 81 y su primer concierto en España: «Lo recuerdo perfectamente, pocas veces he sentido algo así en una actuación». Y lo dice un tipo que se ha recorrido medio mundo tirando de su guitarra Fender y de su garganta: «Algunas de estas canciones -continúa- tienen cien, ciento cincuenta y hasta doscientos años. Me encantan, porque además de sus aspectos políticos también son canciones hechas para bailar y para vivir, son canciones civiles, canciones de paz». Bruce también explica que la música es un buen vehículo para la unión de los ciudadanos, y no tiene inconveniente en caldear el ambiente: «Debemos seguir luchando, he vivido la época de la guerra de Vietnam, he vivido la época de Reagan, y nunca sentí el miedo que ahora siento. Hay que volver a luchar como en la época de los derechos civiles».
De vuelta al ruedo, y de vuelta al rock and roll, que al fin y al cabo es de lo que se trata, Springsteen confirma que se encuentra «muy inspirado» a lo largo de esta gira, que está escribiendo mucho y que la E. Street Band va a tener trabajo en breve. Que así sea.

Aguantando el chaparrón desde las cinco de la tarde
No, desde luego sigue estando muy claro que al aficionado a la música popular (algo que tal vez sólo ocurra con el hincha de fútbol) no hay meteoro que le asuste, ni predicción meteorológica que le pueda arrendrar. Llueva o truene, la gente no falta a la cita con su músico preferido, y lo cierto es que ayer pintaban bastos en el cielo madrileño. Tanto como chuzos de punta no cayeron, pero los chaparrones iban y venían como bombarderos en busca de carnaza. Con lluvia o sin ella, a las cinco de la tarde ya había centenares de aficionados que aguantaban el chaparrón en los aledaños de la Plaza de las Ventas. La pregunta principal, la cuestión que traía en vilo a la «peña» era tan sencilla como absolutamente evidente: «¿Se puede pasar a la plaza con paraguas?». La respuesta a esa hora, como diría Dylan, estaba en el viento. Porque lo cierto es que a esas horas la arena del coso madrileño estaba hecha un auténtico lodazal, aunque ya ha quedado dicho que para los «brucemaniacos», si hay que echarse al barro, pues se echa uno. Más si cabe con el tipo de fiesta que Bruce se encargó de organizar ayer en Madrid.Algo así como una gigantesca verbena pero a la americana, a la norteamericana, más concretamente. Y es que el cancionero que Bruce ha traído en este envite es realmente y literalmente como para rebozarse en él, de puro compadreo y de pura camaradería. Rebozados como croquetas, casi al pie de la letra, al pie de la letra y de esta música que Springsteen ha sacado de la chistera del venerable Pete Seeger, música para celebrar el gozo de la vida, el de la esperanza y el de perpetuar ese viejo rito de la canción, como el abuelo de Atapuerca, en torno al fuego, bajo el diluvio, pero unidos y acompañados.Dos horas en un ritual en el que el espectador es parte activa (activísima en algunos casos), un ritual en el que las canciones vuelven a tener la carga y el contenido que tantas veces tuvieron y que alguna vez perdieron por mor de la comercialidad. La música popular, como dice Bruce, «un gran vehículo para la democracia»

EL MUNDO por Javier Perez de Albéniz:

El nuevo Springsteen, un cantante callejero con rock en las entrañas, puso a bailar a Las Ventas con una sucesión de hábiles recursos estilísticos: unas canciones folk, unos arreglos gospel, efectistas voces soul, ligeras referencias a Nueva Orleans, algunas poses rockeras...

¿Éste es el tipo que escribió "Born to run" y "Rosalita"? ¿Estamos ante el mismo individuo que hacía hablar a su Fender Telecaster? ¿Es el hombre que después de tres horas de concierto se atrevía con el legendario "Detroit Medley"?

Pues sí, aunque ayer en muchos momentos sonase como los Chieftains en la más cruda de sus celebraciones etílicas.

El público, mucho adulto y poco chaval, tardó toda la primera parte del concierto en asimilar el carácter de la juerga. Diez canciones de calentamiento para entregarse en la recta final. Algo de culpa tuvo el nefasto sonido inicial, con un bombo que lo empastaba todo excepto los solos. Afortunadamente, fue mejorando a lo largo de las 22 canciones, interpretadas en dos horas y media de concierto.

El repertorio, sin embargo, tuvo grandes altibajos, con los momentos más brillantes en "Jesse James" (unos grandiosos metales que sonaban como cañones) y "My Oklahoma Home" (ese olor a boñiga de vaca fresca).

Los viejos seguidores de Springsteen, que pedían a voces "¡Una antigua!" y "¡Un clásico!", se tuvieron que conformar con versiones irreconocibles de "Atlantic City", "Bobby Jean" y "You Can Look (But you Better Not Touch)". Los que le han conocido gracias al disco con temas de Pete Seeger se divirtieron de lo lindo con las musculosas versiones fabricadas por el 'boss'. Algunos, los más observadores, se preguntaban por la ausencia de Patti Scialfa, la mujer del jefe.Aunque con 17 músicos en escena, todos excelentes, no era fácil echar de menos a nadie. Excepto a la 'E Street Band'.

IDEAL DIGITAL por Jose Antonio Guerrero

«No sé nada de García Lorca, pero quiero saberlo todo»
Bruce Springsteen está deseando saberlo todo sobre Federico García Lorca. Así lo dijo ayer en Madrid en el transcurso de un breve encuentro con un reducido grupo de medios de comunicación españoles, entre ellos IDEAL. El Boss reconoció que no sabía nada de la figura y de la obra del poeta granadino, pero cuando este periodista le comentó que Lorca es todo un símbolo de la tragedia de la Guerra Civil y que defendió la libertad con el mismo ahínco que Pete Seeger, (el viejo cantautor comunista que inspira su último disco,'We shall overcome: the Seeger sessions', y la gira que le traerá a Granada en un par de días), Bruce exclamó: «¿¿No me diga!! Desafortunadamente no le conozco, pero me encantaría saber todo de él». Entonces pidió por favor que alguien de los que allí estábamos le escribiera el nombre del poeta en un papel y se lo hiciera llegar a través de su agente, cosa que, naturalmente, hicimos inmediatamente. Y para regocijo de los amantes de Lorca y para subir todavía más el ego de los granadinos (hay que tener en cuenta que la ciudad de la Alhambra es la única andaluza de la gira de Springsteen, una decisión en la que, según dicen quienes le conocen, ha pesado mucho su interés personal en conocerla), dijo con una sonrisa: «Me interesaría mucho que alguien también me pasara algunos de sus libros. Estoy deseando conocer su obra».
Cuando esto ocurra, seguramente Springsteen entenderá por qué buenos amigos suyos como Patti Smith -con quien compuso la legendaria 'Because the night'-, Lou Reed, Leonard Cohen y más recientemente Michael Stipe, de REM, llegaron a Granada atraídos por la magnética figura de Lorca.

Afable
Springsteen hizo esta lorquiana declaración de intenciones sentado en uno de los bordes del escenario de la madrileña Plaza de las Ventas, donde anoche abrió la gira española de su último disco, que le llevará también a Valencia, Granada, Barcelona y Santander. El Boss se mostró extremadamente afable con los periodistas, que tomábamos notas agradecidos y admirados de que un tipo como él, una estrella planetaria, estuviera ahí sentado, a un metro de nuestras narices.
«Es algo excepcional. Que yo sepa nunca antes ha concedido un encuentro de estas características con los medios. Sólo alguna entrevista en televisión y algún programa muy puntual», comentaba un responsable de Sony-BMG, la discográfica del cantante de New Jersey. Fiel a su estilo de siempre, Bruce vestía informalmente. Pantalones raídos de tela, zapatillas de deporte, una enorme pañoleta roja que protegía su garganta del frío de la noche madrileña y camisa oscura de lino. Se ha dejado la perilla y lleva dos pequeños aretes en los lóbulos de las orejas. Un toque juvenil a sus 57 tacos muy bien llevados.

Se acababa de quitar las gafas de sol con las que había estado ensayando un par de canciones que sonaron increíblemente bien: 'The ghost of Tom Joad' (1995) y 'John Henry', ésta de su último disco. Si lo que se verá el domingo en Granada se parece al concierto de anoche en Madrid, es del todo seguro que la gente se va a divertir. El escenario no es gran cosa. Es muy espartano. Apenas un par de detalles de color: unos enormes candelabros que cuelgan a modo de lámparas y un par de pantallas gigantes en las que se puede seguir las evoluciones del Boss.
Esa sencillez resalta la presencia de los 16 músicos que componen la The Seeger Sessions Band. Con sus banjos, violines, saxos y trompetas parecen una banda de 'folk and roll'. Sobre el escenario, el Jefe va pegado a una guitarra y una armónica. Pese a ser un ensayo, una prueba de sonido sin mayor trascendencia, se le ve muy exigente. Toca, canta, rasguea la guitarra... y de repente para en seco y da órdenes a la banda: «Let's try again». Y vuelve a repetir esa estrofa. La banda suena redonda, perfecta. Es una maravilla.

Idilio con España
Bruce respondió a todas las preguntas de los periodistas, pero tampoco concedió demasiado tiempo. Apenas quince o veinte minutos en los que con esa voz aguardentosa que le ha convertido en una de las estrellas de rock and roll más carismáticas del mundo, repasó lo que ha sido su historia de amor con el público español, un idilio que se inició el 21 de abril de 1981 en Barcelona, en un palacio de los deportes de Montjuic que no se llenó.

Pese a que en aquella ocasión no colgó el cartel de 'no hay billetes', recuerda sobre todo «la pasión de la gente en el 81». «Yo era muy joven todavía. Tendría 30 años o así. Creo que hacía seis años que había muerto Franco y eso se notaba. Se notaba que la gente estaba saliendo todavía de un largo periodo de dictadura, pero al mismo tiempo se percibía su entusiasmo. Recuerdo a un público completamente volcado».

Bruce confesó que desde entonces sus seguidores españoles e italianos han sido siempre sus favoritos. «El público de estos países pone el listón muy alto. Son los mejores fans. Luego vienen todos los demás», aseguró.
Springsteen no pasó por alto que hace poco se ha cumplido el trigésimo aniversario de la publicación de 'Born to run', un disco que marcó su carrera y como él mismo definió «la piedra angular de mi trayectoria». A su juicio, 'Born to run' continúa plenamente vigente hasta el extremo de que sería imposible mejorarlo. «Es de esos discos que los haces y no los puedes repetir. Lo que escribo ahora, lo que siento ahora, no son las cosas que me pasaban hace treinta años», recordó con cierta nostalgia.

Seeger
Como no podía ser de otra manera, también habló de Pete Seeger, quien le ha inspirado esta gira, un viejo luchador firmemente comprometido con los valores de la izquierda y que sufrió la 'caza de brujas' del senador McCarthy. Habló con respeto, casi con veneración, del octogenario cantautor. «Dio pasos de gigante. Está por encima. Yo los estoy dando más pequeños». Admitió que puede haber un paralelismo entre él y el viejo comunista, uno de los grandes del folk norteamericano y de la canción protesta que en los años 40 grabó canciones antifascistas de la Guerra Civil Española, como 'Viva la quince brigada'. «Los dos luchamos por las libertades, aunque no cabe duda de que él se implicó más». Con todo, el autor de 'The river' quiso desmarcarse del perfil político con el que últimamente se le asocia y enfatizó, entre risas, que le gusta Pete Seeger, pero que también le sigue tirando, y mucho, Elvis y los cádillacs rosas, con lo que quiso dejar bien claro que la sangre del rock and roll sigue fluyendo con fuerza por sus venas.

De lo que en absoluto se desmarcó el Boss fue de dar su punto de vista sobre su país, Estados Unidos, y el gobierno de Bush. Ahí volvió a demostrar que se encuentra en el otro extremo del músico apolítico y desideologizado. Así es cómo lo ve. «Estados Unidos está en una situación que da un poco de miedo. Con todo lo que yo he vivido... Ni desde la guerra de Vietnam ni con la Administración Reagan, nunca había vivido una situación como ésta en la que hay que volver a luchar por los derechos civiles. Los derechos civiles están debilitados y la censura florece en Estados Unidos. Hay que luchar por eso. Pero bueno, espero que en los próximos años la situación cambie. Es urgente que lo haga». Bruce habló del pasado, del presente de su país y también de su futuro musical, un futuro en el que se ve de nuevo en la carretera con la E Street Band. De hecho, está aprovechando esta extensa gira europea para componer. Tantos días de acá para allá en su jet privado le están permitiendo escribir nuevas canciones. Y como él aseguró, está muy inspirado.

Quiere retomar cuanto antes el contacto con su banda de siempre y regresar a los escenarios, aunque sin dejar del todo los bolos con la The Seeger Sessions Band. «La gira con los chicos», refiriéndose a los 16 que componen The Seeger Sessions Band, «me está gustando. Lo estamos pasando muy bien y me gustaría repetir, pero veo más cercano el proyecto con la E Street Band». Alguien dijo que será el año que viene.


EL DIARIO MONTAÑES

«En EE UU los derechos civiles se debilitan y florece la censura»
Bruce Springsteen abrió anoche en Las Ventas su gira española, la misma que le traerá el miércoles a Santander para quemar una traca más del Año Jubilar Lebaniego. El Boss llega más combativo y comprometido que nunca, con las melodías de Seeger bajo el brazo y con la certeza de que su país necesita más que nunca un cambio político

El mito pisó por fin Las Ventas. Bruce Springsteen triunfó como siempre lo hace pese a llegar con una fórmula distinta, huérfano de la E Street Band pero, a cambio, con la herencia de Seeger en el bolsillo.
Han pasado 25 años desde que Bruce Springsteen visitara por primera vez España. Ocurrió en un primaveral día de abril de 1981. Con apenas 31 años se presentó al público español en el Palacio de los Deportes de Montjuic (Barcelona) a mitad de aforo. Cuentan que entre la gente se hablaba más inglés que otra cosa y que de aquel concierto sacaron un disco pirata titulado 'El Boos (con dos 'oes') en Barcelona'. Un reflejo del mal gusto del momento. Los tiempos han cambiado mucho desde entonces, y más en este país, aunque la cabeza de Springsteen mantenga intacto aquel recuerdo. «Parece que fue ayer. Recuerdo el público, el ambiente. Se notaba que era otra época y que la gente acababa de salir de una dictadura», rememora.

Sentado en el escenario habilitado en la Plaza de toros de las Ventas, donde ayer una gira por España que lo llevará a Valencia, Granada, Barcelona y, por supuesto, a Santander como broche final, el Boss hizo un breve parón en medio del ensayo general para charlar con un grupo de periodistas. Con la sonrisa a flor de piel y la voz algo ronca -cubría su cuello con un fular rojo para cuidar su garganta-, Springsteen hizo un repaso de la gira que comenzó el 30 de abril del pasado año en Nueva Orleans, la ciudad devastada por el huracán Katrina.

Acompañado por 16 músicos de la banda de Seeger, una de las referencias de la canción tradicional estadounidense al que Springsteen homenajea en este disco, la puesta en escena recuerda a un salón del oeste con candelabros colgando, instrumentos clásicos de cuerda y viento, pianos de madera y luces y telas de colores al más puro estilo western.
¿Por qué Pete Seeger? «Es uno de los más grandes. Un activista político que luchó por las causas sociales con su canción protesta. Ahora intento llenar el hueco que dejó. ¿Es el momento!», sentenció Springsteen, en referencia a la situación política que hoy vive Estados Unidos bajo los designios de la administración Bush.

«Tenemos un poco de miedo con lo que está pasando en el país. Es una situación que no conocía desde la época de Reagan. Los derechos civiles se debilitan y la censura florece», comentó, incisivo.
Después de la gira europea con la banda de Seeger, el músico de Nueva Jersey, de 57 años, volverá con su viejo grupo, The E Street Band, aunque esta experiencia pueda tener continuidad. «Estoy muy a gusto con esta gira, con los músicos... Ya veremos en un futuro», dejó caer.
Cuando las luces se apaguen en Las Ventas, las 15.000 almas que hayan presenciado a Springsteen en su regreso a España lo habrán visto más activista que nunca, más reivindicativo, directo al grano; porque estos tiempos de desencuentros se merecen algo de claridad. La que sigue aportando el Boss.

LA RAZON por Alberto Bravo

Springsteen arrasó. La lluvia cesó y dio paso a una descarga sonora. La reinvención ruidosa de un músico que recuperó el folk para llevarlo al terreno de la pura fiesta. Por supuesto, no hay que caer en el error de considerar a este Springsteen como el creador de un sonido original. Lo que hace es, en realidad, una adaptación del añejo y «skifle» para llevarlo a un lugar en el que el músico se siente cómodo, el de la diversión con buenas partituras.
Para ello, Springsteen se rodea de un repertorio excepcional y de una banda con un estilo acorazado. No todo suena como debería, pues a veces es víctima de sus propios clichés, pero es lo más cerca que ahora se puede estar de aquel Springsteen de juventud, más allá de los siglos que tienen las canciones elegidas. Pero el resultado es bastante más agradable y sincero que el de otras etapas ya quemadas por el artista.
Tras el dichoso «hola Madrid» comenzó un recital de más de dos horas que se abrió con «John Henry». Springsteen se puso la guitarra muy cerca del cuello, evocando otros tiempos, cuando el cantante sólo utilizaba un micrófono para la voz y el instrumento. Su primer tema propio fue «Atlantic City», con un arreglo no demasiado afortunado. Le siguieron «All the way home» y «Eyes of the prize», que tampoco fascinaron. Pero el recital remontó con estupendas recreaciones de «Jesse James» o «O Mary don’t you weep», ambas de impecable factura. «Esta plaza de toros es muy bonita, pero espero que no saquéis los toros», dijo entonces para alegría del público que comparte su sentido del humor.
«torero, torero»
«Bobby Jean» fue con diferencia el mejor momento de la noche, una auténtica maravilla con ecos del «I want you» dylaniano. La gente reventó y comenzaron los gritos de «torero, torero». A partir de ahí, la emoción se desbordó con burradas como «My Oklahoma home», «Devils & dust», «Jacob’s ladder», «Long time comin’» y «Pay me my money down», con la que cerró el recital antes de los bises. Para entonces, Springsteen ya se había metido al público en el bolsillo. Los bises fueron clamorosos, como suele acostumbrar el artista, comenzando con un espiritual «My city of ruins», seguido de un vigoroso y celebradísimo «You can look (but you better don’t touch)». Luego rindió homenaje a Nueva Orleans con «When the saints all marchin’ in». El «show» terminó con «American land».
Springsteen disfrutó e hizo disfrutar a todos, incluidos a los menos familiarizados con el cancionero tradicional americano. Le sobraron trucos, los mismos que encienden a sus «fans» y detestan sus críticos. Pero todo quedó tapado por una noche de fiesta, de diversión de calidad, interpetada por un tipo con una gran voz, un gran talento y un gran carisma. El músico se puso el traje de trovador moderno, el penúltimo de sus difraces. Esta gira tiene fecha de caducidad y no se volverá a ver un Springsteen de estas características. Él ha elegido una forma de divertirse, recuperando unas canciones maravillosas. No quiere trascender, ni falta que le hace. Casi mejor así porque de esta forma todos se divierten.

LA NUEVA ESPAÑA


Bruce Springsteen charló ayer en Madrid con algunos periodistas, minutos antes del concierto que ofrecía en Las Ventas, donde miles de fans hicieron cola para verlo. Tiene muy claro que «en España están los mejores fans del mundo». También habló de su país y no dudó en comentar que, «tras las administraciones de Reagan y Bush, Estados Unidos necesita un cambio político urgente». Bruce dijo mirando al tendido: «Es un sitio fabuloso, a pesar de la lluvia, para ofrecer un concierto». Springsteen, que cierra gira el miércoles en Santander, explicó que su último trabajo, «We shall overcome: the Seeger sessions», es un regreso al folk americano «de hace unas cuantas décadas», precisó. Preguntado por sus semejanzas con Seeger, Springsteen dijo que sentía una «gran admiración por él», pero también «por Elvis y los Cadillacs».

También está de celebración, ya que acaba de cumplirse el 30.º aniversario de la publicación de «Born to run», el disco que cambió su vida. «Un disco irrepetible, porque es una colección de canciones sencillas sobre el amor y la vida compuestas a los 24 años en casa y con amigos», recordó. Springsteen rememoró su actuación en 1981 en un pequeño local de Barcelona. «España ha cambiado mucho, ya no es aquella que yo recuerdo de hace 25 años», comentó.

Finalmente, adelantó que el próximo año habrá nuevo disco con la «E Street Band» y nueva gira, porque ya tiene unas cuantas canciones escritas.

jueves, octubre 19, 2006

CONCIERTO SPRINGSTEEN EN MADRID 19 OCTUBRE

Acaba de concluir el primer concierto de Bruce Springsteen y la Seeger Sessions Band en Madrid. Este ha sido el repertorio.

1. John Henry
2. Old Dan Tucker
3. Atlantic City
4. All The Way Home
5. Eyes On The Prize
6. Jesse james
7. Oh Mary Don't You Weep
8. Bobby Jean
9. Erie Canal
10. Oklahoma Home
11. Devils and Dust
12. Mrs. McGrath
13. How Can A Poor Man Stand Such Times And Live?
14. Jacob's Ladder
15. Long Time Comin'
16. Open All Night
17. Pay Me My Money Down
18. My City Of Ruins
19. You Can Look (But You Better Not Touch)
20. When the Saints Come Marching In
21. This Little Light Of Mine
22. American Land

THE GHOST OF TOM JOAD EN EL SOUNDCHECK DE MADRID Y ANUNCIO DE DISCO CON LA E STREET BAND

Bruce Springsteen ha llegado a las 18:30 horas a la Plaza de Toros de las Ventas. Ha realizado el soudcheck y una entrevista para unos pocos periodistas. Lo mejor... ¡ha anunciado próximo disco con la E Street Band para el próximo año!.
Fuera del concierto, largas colas y caos de tráfico a la entrada de Madrid. Han abierto las puertas una hora antes de lo previsto.
Por televisión se han visto imágenes del Boss en TV1, Tele5 y Antena 3 en las noticias de las 9, con entrevista y soundcheck (John Henry y The Ghost Of Tom Joad).

VIDEO BRUCE EN ROMA 10 OCTUBRE 2006

¿QUE REPERTORIO ESCUCHAREMOS ESTA NOCHE?



En el siguiente enlace encontrarás el repertorio de todos los conciertos que Springsteen ha realizado hasta la fecha durante la gira "We Shall Overcome 2006". Suponemos que el concierto de Madrid será parecido a los ofrecidos en Italia y esperamos alguna de las sorpresas como Fire, Growin'Up o.....

Set-List Tour 2006

Foto: Eugenio Mainoli

ESTA NOCHE PRIMER CONCIERTO DE BRUCE SPRINGSTEEN : MADRID


Esta noche se inicia el primero de los cinco conciertos que Bruce Springsteen y la Seeger Sessions Band ofrecererán en nuestro país en los proximos días en Madrid, Valencia, Granada, Barcelona y Santander. A continuación podéis leer artículos de prensa aparecidos hoy sobre alguno de estos conciertos:

EL PAÍS - Cultura - 19-10-2006
Por Diego A.Manrique

Un cantautor llamado Bruce
Springsteen recorre España con su exuberante homenaje al 'folk' comprometido

La historia de amor entre Bruce Springsteen y el público español continúa: en lo que se anticipa como un recorrido triunfal, visita cinco ciudades con The Seeger Sessions Band, docena y media de músicos, algunos de los cuales interpretan instrumentos tan escasamente rockeros como el fiddle, el bombo, el acordeón o la tuba. Se trata de celebrar la vigencia de canciones folk -y de autor conocido- como las recogidas en su disco más atípico, We shall overcome: the Seeger sessions, del que ahora Sony BMG comercializa una edición ampliada.

En realidad, Springsteen no se ha reencarnado en un folk singer al uso: nada de coplas amorosas o baladas de asesinatos. Los temas que ha elegido, casi todos pertenecientes al repertorio clásico de Pete Seeger, son canciones de conflictos sociales o que reflejan la experiencia comunal del proletariado estadounidense. Además, el tratamiento es muy diferente del que le da Seeger, que -a sus 87 años- todavía sale al escenario con el único acompañamiento del banjo de cinco cuerdas; Springsteen convierte ese cancionero en una estruendosa fiesta colectiva.

Tal vez allí esté la razón de que Seeger haya mantenido cierta distancia respecto a We shall overcome: the Seeger sessions: palabras amables y poco más. Frente al ascetismo de las grabaciones originales, Springsteen se saca de la manga lo que podríamos bautizar como folk and roll: una bola de energía que incluye coros de gospel, piano de burdel, instrumentos típicos de las Montañas Apalaches, metales de banda callejera de Nueva Orleans. Es una exuberante celebración de la América eterna, dolorida pero luchadora.

Bajo ese manto festivo, también se aprecia una sorprendente reivindicación del folk singer como activista. Es un nuevo papel para Bruce: aunque en el pasado apoyó causas como las de Amnistía Internacional o el reemplazamiento de la energía nuclear, no responde al tópico del cantante comprometido; de hecho, aunque haya adoptado ocasionalmente maneras de cantautor, nunca pasó una etapa folk. Por el contrario, Seeger es el rojo más conspicuo de Estados Unidos: un patriarca que sobrevivió a las listas negras de la era McCarthy -que le alejaron de la televisión durante un largo periodo, mientras pendía sobre él una condena de cárcel por desacato- y que, desde los años sesenta, se centró en la defensa del medio ambiente. Es un ejemplo de rectitud y testarudez del que Springsteen parece haber aprendido.

Springsteen también parece haber asumido el lema de Seeger: "Piensa globalmente, actúa localmente". Pete es el alma del Clearwater, una balandra que recorre el río Hudson con mensajes ecologistas; Bruce se ha implicado en los esfuerzos de los vecinos para combatir el declive de Asbury Park, la localidad costera en la que se formó musicalmente. Ofrece allí anualmente unos conciertos benéficos pensados para los fans más militantes y suele ensayar allí sus giras.

En los últimos tiempos, Bruce ha roto deliberadamente con ese estereotipo del Boss, el patriótico rockero campechano para todos los públicos. Se enfrentó con los departamentos de policía, que le consideraban uno de los suyos, cuando cantó American skin (41 shots), un solemne lamento por Amadou Diallo, aquel inofensivo inmigrante africano que fue acribillado por agentes neoyorquinos de gatillo fácil cuando iba a extraer su documentación. El Springsteen del siglo XXI no se autocensura: su CD de 2005, Devils & dust, no se pudo vender en la supuestamente liberal cadena Starbucks -y en bastantes grandes almacenes- por su referencia al sexo anal en un descarnado tema que narraba el encuentro con una prostituta; el autor se negó a proporcionar una versión limpia del disco, como hacen muchos raperos.

El creador de Born in the USA ha dejado de ser el radiante ejemplo nacional, citado elogiosamente incluso por el presidente Reagan. Hace un año, dos políticos de Nueva Jersey presentaron una resolución para que el Senado de Washington reconociera institucionalmente la aportación de Bruce a la cultura popular estadounidense, coincidiendo con el trigésimo aniversario de la publicación de Born to run; lo que debería haber sido un procedimiento automático -mociones similares se aprueban diariamente sin inconvenientes- descarriló por el veto de rencorosos senadores republicanos.

Es evidente que, en unos Estados Unidos polarizados por las tajantes decisiones de George W. Bush, el posicionamiento de Springsteen no ha pasado inadvertido. Su No surrender fue la canción oficial de la (fracasada) campaña presidencial de John Kerry y Bruce ha sido castigado por participar muy visiblemente en actos públicos del perdedor: aunque esperaba con resignación las críticas feroces de los comentaristas hooligans de la cadena Fox y las emisoras de talk radio, le sorprendió la ira de sus seguidores más derechistas, que le enviaron cajas con discos rotos, animales muertos y mensajes repletos de insultos.

El desgaste de la popularidad de Springsteen en determinadas zonas de Estados Unidos se puede cuantificar: mientras logra la hazaña de llenar durante 10 noches consecutivas el estadio de los Giants, en su Nueva Jersey natal, ha registrado pinchazos relativos en Estados del Sur y del Medio Oeste. Paradójicamente, este bajón ha sido muy pronunciado durante la gira por recintos grandes de We shall overcome: the Seeger sessions, tan abundante en narraciones sureñas. Por el contrario, Springsteen no ha perdido gancho comercial en Europa. Y España es una de sus plazas fuertes: Tracks, la caja que contenía cuatro CD de (mayormente) grabaciones inéditas, se vendió comparativamente mejor aquí que en Estados Unidos.

En verdad, esa tibieza del mercado estadounidense también obedece a la añoranza por el rock torrencial que factura cuando se junta con la E Street Band. Para Bruce, el dilema está en conseguir que le siga (parte de) el público que vibró con los románticos himnos de los setenta y los primeros ochenta. Esas canciones forman parte de su vida y no puede ignorarlas, pero centrarse en ellas le convertiría en un vendedor de nostalgia, como tantas figuras de su generación. Además, sus intereses creativos han variado: más allá de las historias de coches y chicas, ha explorado el lado sombrío del sueño americano, el sabor agridulce de la vida matrimonial, el efecto del 11-S. El reto del artista, ahora lo sabe, consiste en poder envejecer con dignidad.

CONCIERTOS
- Hoy: plaza de Las Ventas de Madrid.

- Sábado 21 de octubre: Estadi Ciutat de València.

- Domingo 22 de octubre: plaza de toros de Granada.

- Martes 24 de octubre: Palau Sant Jordi de Barcelona.

- Miércoles 25 de octubre: Palacio de los Deportes de Santander.

DISCOGRAFÍA ATÍPICA
- En 1982 publicó el poderoso Nebraska, conteniendo lo que en realidad eran maquetas caseras para un disco eléctrico; el tratamiento acústico resultó especialmente adecuado para aquellas amargas crónicas de perdedores.

- Aunque el sonido y los arreglos estaban más cuidados, adoptó modos confesionales en Tunnel of love (1987), que luego se revelaría como una oblicua reflexión sobre la decepción que supuso su matrimonio con la modelo Julianne Phillips. - Ella agradeció la discreción y, cuando el divorcio se hizo efectivo en 1990, firmó un acuerdo para no revelar intimidades de pareja.

- En 1995 intentó repetir el impacto de Nebraska con The ghost of Tom Joad, confeccionado en un estudio de grabación. Pero le falló la motivación, aparte de que las canciones carecieran de la urgencia necesaria.


PERIODICO GRANADA HOY
Por Rebeca Romero

La reventa de entradas para ver este domingo a Bruce Springsteen en Granada pierde posibilidades. Al cierre de esta edición, la tienda de discos Krisis, situada en la céntrica calle Moral de la Magdalena, todavía tenía disponibles "unas pocas entradas" al precio oficial de salida: 69,50 euros. Aunque, efectivamente, el público de Granada tardó tan sólo cuatro horas en agotar las 11.000 entradas puestas a la venta el pasado 13 de julio, la informalidad de algunos clientes se traduce para otros en la posibilidad de ver al Boss en la plaza de toros sin pagar extras sobre el precio de las localidades estipulado por los promotores (65 euros más gastos de distribución):
"Algunas personas que reservaron sus entradas no han venido a recogerlas". Según el propietario de Krisis, ante la llegada inminente del concierto, se ha tomado la decisión de poner los tickets a la venta con el propósito de darles salida para evitar el oportunismo de la reventa.

No obstante, las calles de Granada y numerosos sitios web están plagados de mensajes directamente lanzados a los seguidores de Springsteen. La reventa, por antonomasia, es un negocio del que muchos se benefician y al que algunos aportan la picaresca del lenguaje: "Vendo bolígrafo y regalo entradas para el concierto de Bruce Springsteen". Evidentemente, el objeto puesto en venta es ficticio y, como reconoce la autora de este cartel invasor de cabinas y paredes, es tan sólo una forma de esquivar la ilegalidad de la reventa.

La presencia de El Boss en Granada ha salpicado a otras ciudades más o menos cercanas desde las que se desplazarán autobuses repletos de fans. Sin embargo, el fallo en las previsiones de algunos organizadores ha dejado algunas entradas vacantes; billetes que, por supuesto, pasan al apartado negociable. Es el caso de un grupo de murcianos que no han visto cumplidas sus expectativas: llenar tres autobuses con destino al coso granadino: "Nos hemos venido hasta Granada para vender las entradas que sobran, tickets numerados para grada por un precio de 90 euros".

Bruce Springsteen visitará la ciudad para presentar su último trabajo discográfico, We shall overcome, The Seeger Sessions. El concierto, previsto para las diez de la noche, lo promueve la empresa catalana Doctor Music, si bien la producción del evento corre a cargo de la empresa Musiserv –con sede en Granada y ámbito de actuación en toda Andalucía–. Este matiz en cuanto al reparto en la actividad que hay detrás de la actuación es, precisamente, la que justifica la exclusión del evento del Abono Musiserv. Algunas de las personas que adquirieron el Abono, que da derecho a asistir durante un año a los conciertos promovidos por la empresa que dirige José Rodríguez, han protestado estos días al darse cuenta de que la actuación no está incluida. Sin embargo, la letra pequeña de este ticket multiusos especifica con claridad los compromisos acatados por la empresa: "El abono te permitirá acceder a todos los conciertos que promovamos (no produzcamos)en este año en toda Andalucía para un aforo superior a 2.500 personas".

Sin embargo, Musiserv ha querido responder con la puesta en marcha de un sorteo por el que los abonados podrán optar a una entrada para disfrutar de la actuación extraordinaria de Springsteen en esta ciudad. El sorteo se realizará a través de la web www.musiserv.com, donde hay que registrar el número del abono y esperar a mañana, fecha en la que se publicarán los nombres de los ganadores.

Bruce Springsteen with the Seeger Sessions Band es el nombre de la gira emprendida por el músico para presentar al público We shall overcome: The Seeger Sessions. Con esta iniciativa, Springsteen rinde homenaje al músico, cantante, líder de la canción protesta en su país y compositor Peete Seeger, el legendario exponente del folk americano y uno de los músicos más prolíficos de Estados Unidos con más de un centenar de discos en su carrera. El Boss recupera la figura de Seeger con la interpretación de quince temas tradicionales directamente vinculados a este mítico artista.

La estancia del músico en Granada servirá para promocionar la ciudad en Estados Unidos; para conseguir este objetivo, las instituciones –Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía y Diputación de Granada– se han volcado con este concierto destinando 180.000 euros de subvención, una aportación considerada "rentable" para la ciudad y su proyección internacional.


PERIODICO LEVANTE
Por Flores, Valencia

SPRINGSTEEN ESTARÁ 3 DIAS EN VALENCIA
Springsteen ya está de nuevo en España. Esta noche abre su nueva gira española en Madrid y el sábado actuará en Valencia por primera vez en su carrera. No será, eso sí, junto a la E Street Band- es la segunda vez que cambia de grupo en toda su carrera para una gira -sino con The Seeger Sessions Bandâ el grupo de 17 músicos con los que rompió hace algunos meses otra rutina y que le sirvió para reencontrase con la música de Pete Seeger, uno de los grandes nombres del folk norteamericano.
Springsteen regresa a España con este montaje. Es la segunda parte de una gira mundial que se iniciaba durante el primer semestre de este año y se interrumpió antes del verano. La segunda parte de esta gira se iniciaba a comienzos de mes en Italia y también ha pasado por algunas ciudades de Holanda y Alemania.
Springsteen llegará a Valencia mañana viernes y está previsto que se quede en la ciudad hasta el domingo, cuando viajará a Granada. Su gira española continuará por Barcelona y Santander. Viaja acompañado un grupo de trabajo compuesto por cerca de un centenar de personas. Por ello, los promotores del concierto han efectuado reservas en cuatro hoteles distintos de la ciudad. Llegarán por carretera. En un autobús y tres furgonetas.
Los preparativos del montaje en el Estadio del Levante se iniciaban el pasado lunes ya que llevan su complejidad. El césped del campo ha tenido que ser cubierto. Una grúa se encarga del montaje de un escenario no excesivamente complejo pero que reproduce un atmósfera de comienzos del siglo XIX y que incluye lámparas de lágrimas que cuelgan de su techo.
Esta segunda parte de la gira coincide con la publicaación de una edición revisada de We Shall Overcome: The Seeger Sessions con cinco temas nuevos y una versión ampliada en cuarenta minutos del documental, filmaciones en directo y vídeo clips.
También ha cambiado parte del repertorio que interpreta en directo, que curiosamente no se repite ninguna noche aunque mantiene una estructura básica. Durante el mes de septiembre junto la Seeger Sessions Band estuvo ensayando a puerta cerrada en el teatro Paramount de Asbury Park.
Durante esos días de ensayos aparecieron nuevas canciones en el repertorio, básicamente versiones de temas tradicionales y una renovada The River que ya ha sonado en algunos de los conciertos. Aunque el repertorio es en su esencia los temas de su nuevo álbum, la gira no olvida piezas de su larga trayectoria. Temas como Johnny 99, If i Should fall behind, Atlantic City, Bobby Jean, Adam Raised Cain, Devils & Dust, Open All Night o You Can Look (But You Better Not Touch) han ido apareciendo y desapareciendo en los conciertos de estos días. Hasta una canción de su mujer Patti Scialfa, Valerie, ha tenido cabida como también una versión de Samson and Delilah, un tema tradicional conocido por las versiones de Gary Davis, Grateful Dead o Bob Dylan, entre otros.
Septiembre ha sido también un mes para Springsteen de conciertos benéficos en Nueva York y New Jersey y apariciones sorpresas en pequeños clubes junto a algunos amigos.
Cerca de 30.000 personas-la promotora del montaje Music Community espera que las entradas se agoten antes del espectáculo- está previsto que asistan al concierto de Valencia, el más multitudinario de una gira europea que, además, ha coincidido con la edición de tres libros . El primero de ellos, Greetings from E Street: La Historia de Bruce Springsteen y la E Street Band cuenta la historia del grupo desde sus inicios en Asbury Park hasta la actualidad con imágenes inéditas.
Bruce Springsteen On Tour 1968-2005 deja de lado el aspecto biográfico y cuenta la historia de Springsteen centrándose en sus legendarios conciertos. Por último, Born to Run - The Unseen Photos, incluye 100 fotos de las sesiones para la portada de uno de los discos claves de la Historia del rock.

Mucha comida sana en el camerino

Frente a los aptitudes y algunos caprichos de muchas estrellas, lo bien cierto es que a lo largo de su carrera Bruce Springsteen no se ha caracterizado por ser un tipo extravagante. Por ello, no es de extrañar que apenas aparezcan peticiones fuera de lo común para sus conciertos.
Mucha comida sana, muchos zumos, pescado blanco, comida sin aceite ni mantequilla y baja en sodio, leche de soja y tofu -cuajado de soja -así como arándanos y moras.
«Nada fuera de lo normal salvo una bebida especial que consume él propio Springsteen y compuesta a base de azúcar, agua hervida, zumo y otros componentes», aseguraban ayer a este diario fuentes de la productora.
Eso sí, pocas fotos y ninguna acreditación para poder ser testigo de las dos horas de concierto previstas.
Habrá tres camerinos: uno para la estrella y otros dos para el numeroso grupo que le acompaña en este singular gira que ha logrado como en otras tantas ocasiones agotar en la mayoría de las ciudades las entradas en poco horas y para la que se ha elegido, mayormente, auditorios de mediano formato.
Un tour que le ha servido al Jefe para abrir un paréntesis musical. Poco se sabe de su futuro, aunque todo apunta a que habrá nuevo disco en una fecha no muy lejana y que reunirá nuevo material con la Street Band.